sábado, 28 de enero de 2012
Paseando por ahí, me descubrí aquí.
Y sin embargo no hay nada que decir. Me siento perdida, eso es todo. Hace ya un tiempo que empecé a callar. Callando me he perdido, aunque callando, siempre callando he vivido. Tal vez eso debo hacer, silenciar mi mente para poder escuchar...o hablar para no oír más al endemoniado silencio. No quisiera seguir así, me invento cada día un motivo, pero el motivo infitito no llega ¿es que acaso llegará algún día? Escribir en acertijos esperando entenderme. No funciona. ¡Funciona ya, maldita sea! La furia nunca explica bien el porqué, sólo llega justo antes del silencio, y luego, el llanto. El llanto ficticio, pues no hay razón para sufrir. Mis palabras no tienen sentido, sólo quería hablar un poco. Y al final de cuentas, ¿por qué todo necesita un sentido? de todas maneras sigo con un signo de interrogación en mi cerebro.
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"Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio"-Proverbio hindú.